¿Sabías qué ... las fibras textiles y por lo tanto los hilos que utilizamos para las labores se pueden agrupar en tres categorías, atendiendo al origen de las mismas?
1. FIBRAS NATURALES
2. FIBRAS ARTIFICIALES
3. FIBRAS SINTÉTICAS
Todas ellas se vienen utilizando en la actualidad con asiduidad y poseen características propias y distintivas. La división en estas tres categorías parece bastante obvia. Al menos en lo tocante a la primera de ellas: las fibras naturales. Todos sabemos lo que son: fibras de origen animal (los distintos pelos de animales como las ovejas, cabras, conejos, caballos, alpacas, etc.) , la seda (producida por distintos gusanos tanto domésticos como salvajes); fibras de origen vegetal (lino, bambú, algodón, yute, esparto, etc.); y fibras de origen mineral (la familia de los asbestos, las llamadas lanas de vidrio, los hilos metálicos, etc).
En cuanto a la diferencia de las fibras artificiales y las fibras sintéticas sabemos que hay menos conocimiento a nivel popular. Podríamos resumir mucho, mucho diciendo que las fibras artificiales son aquellas que, mediante procesos químicos relativamente sencillos, se obtienen de productos naturales. O dicho de otra forma: que mediante la química se consigue hacer una pasta por ejemplo de celulosa (de vegetales) o de caseína (de la leche de los mamíferos) y posteriormente se consigue convertir esta pasta, mediante procesos físico/químicos en finos filamentos que se pueden hilar. Aquí tendríamos fibras artificiales.
La fibras sintéticas son productos de síntesis, como su propio nombre indica. Se obtienen químicamente combinando moléculas grandes que se llaman monómeros, que se obtienen del petróleo, del carbón, del gas natural, etc , para crear grandes cadenas lineales que reciben el nombre de polímeros. Nada que ver, como podemos apreciar, con las fibras naturales ni con las artificiales. Son, no obstante, también muy importantes en nuestra sociedad.
En próximos capítulos desarrollaremos estos tres grupos de fibras.