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El Mohair es la lana que se obtiene del trasquilado de un tipo de cabra: la cabra de Angora  (Capra Hircus), posiblemente originaria del Tibet, aunque otros sitúan su origen en Ankara, Turquía , y la palabra mohair se cree que deriva del turco (mukhya que significa “el mejor vellón”) o del árabe (mukhayyar que es el nombre de un paño tejido con pelo de cabra). Actualmente el mayor productor de mohair es Sudáfrica, aunque se crían cabras de Angora en todo el mundo.

 Como fibra es muy destacable que, a pesar de tener la misma composición química que la lana de oveja, tiene unas características físicas y ópticas que la sitúan en los primeros puestos de fibras naturales de origen animal. El diámetro del mohair está entre las 23 micras en la primera esquila hasta las 38 micras en los animales más viejos. Es por lo tanto muy muy fina, por eso no pica. Muy apreciada por sus características de suavidad, brillo, baja retención de humedad y alto poder de abrigo, es una fibra luminosa y aislante. Al igual que la lana de oveja, el mohair tiene escamas superficiales, pero éstas son más delgadas, haciéndolo suave al tacto. El modo en que refleja la luz da al mohair su brillo característico.  
Tiñe muy bien, es resistente al fuego, a las arrugas y tiende a recuperar su forma original cuando es sometida a tensiones.

Tejedores/as de todo el mundo (y ahora también tú, si lo deseas) usan el mohair en mezclas tan bajas como del 20% para añadir resistencia a las arrugas y brillo en prendas lujosas.  El hilo que te ofrecemos en O Percheiro dos croques es una combinación de seda natural y mohair: 80 % de seda y 20 % de mohair. Por su resistencia y poca tendencia al enmarañamiento se trabaja perfectamente con cualquier técnica de tejeduría: es perfecto para trabajos a bolillos, ganchillo (crochet), calceta (punto de aguja o media) telar Azteca, Punto Peruano, etc, etc. Y lo podemos decir porque ya hemos visto y tocado trabajos realizados con todas estas técnicas. Y sólo se nos ocurre un adjetivo: ¡¡¡maravillosos!!!